Los pagos digitales se han convertido en una de las formas más sencillas de abonar importes de forma digital, pero no solo en la red de redes. En el mundo 1.0 también podemos pagar digitalmente con numerosas tecnologías a nuestro alcance, que principalmente por falta de extensión, comodidad y desconocimiento, no están más extendidas. No es baladí este asunto: Suecia, por ejemplo, es uno de los países donde más pagos digitales existen y se está planteando el abandonar el dinero en metálico.

Estos pagos son generalmente seguros, pero tienen sus inconvenientes. Con NFC si alguien pudiera ponerse en medio de la captura de datos tendría acceso a los mismos, aunque la distancia entre los dispositivos limita el robo de información. Si al comerciante le robaran la base de datos, o hay algún error de código, o un cracker se introdujera en el sistema del comercio, también tendríamos ese problema. No obstante, eso ya puede pasar sin necesidad de contar con pagos móviles y desgraciadamente son situaciones que debemos tener en cuenta cuando hablamos de pagos móviles.

El dinero en metálico, en una época donde hay más smartphones que personas, donde diariamente nos enviamos mensajes, compartimos imágenes, la visión de un billete sobresaliendo de una cartera es algo que parece de otro siglo. Fuera de visiones distópicas, la realidad es que un billete se te puede perder, mientras que una tarjeta digital está más protegida. ¿Qué tecnologías pueden dejar nuestra cartera para llevar solo el documento de identidad? Las desglosamos en MarTech Forum.

  1. Bitcoin: Esta moneda digital, criptomoneda o como quiera denominarse es una moneda que ahora mismo cuenta con un estatus algo polémico en nuestro país. Lo único que necesitamos es un monedero bitcoin instalado en nuestro móvil o PC, y una vez tenemos la clave, solo la tenemos que intercambiar con aquel con el que vayamos a hacer el intercambio. Es una moneda cuyos pagos no se pueden retrotraer una vez efectuados. Con un algoritmo imposible de crackear, es una moneda digital muy segura… salvo por las fluctuaciones de su precio derivadas de lo altamente especulativa que es, que algunas casas de cambio no son muy de fiar, y que no depende de ningún organismo. Por no hablar de que Hacienda no ve con muy buenos ojos la posesión de BTCs.
  1. NFC (Contactless): No es una moneda, pero es un estándar seguro de intercambio de datos que no precisa de batería: basta un circuito que se activa por inducción electromagnética. Presente en tarjetas de crédito y débito de todo el mundo así como en algunos smartphones, su potencial radica en la comodidad y en la seguridad con la que cuenta. Para 2020 todos los TPVs de la Unión Europea soportarán esta tecnología.
  1. Monederos digitales/Mobipay: Llevan años entre nosotros, pero son escasamente conocidos. Las tarjetas monedero digital y Mobipay, como por ejemplo los Carnets Universitarios o las tarjetas de prepago de aparcamiento en muchas ciudades, entre otros, permiten pagar cómodamente en cualquier entorno sin necesidad de contar con una cuenta corriente. La mayor parte suelen tener un límite de ingresos, pero a cambio no cobran comisiones y suelen funcionar con la red bancaria que tenga asignada el banco (o con ninguna). Mobipay, por su parte, asocia una tarjeta a un teléfono móvil, y funciona por mensajería. 
  1. Google Wallet, Apple Wallet, Microsoft Wallet: También se han apuntado al negocio, gracias a las tecnologías móviles que permiten pagar remotamente. Llevar un cajero en el bolsillo con el que controlar nuestro pago digital es una muy buena idea, y la seguridad irá aumentando con el tiempo. El sistema de pago más seguro es sin duda el de Apple gracias a la identificación mediante huella dactilar. Estas apps enlazan nuestra cuenta corriente a un monedero y con tan solo acercar el móvil a un TPV, el pago está efectuado. De momento, la partida la está ganando Google con Android, su monedero de pago está mucho más extendido que el de Apple, aunque el último es más seguro.

Todas estas alternativas ya funcionan y el único límite con el que cuentan es su aceptación y extensión. Prácticamente todos los TPVs ya admiten NFC, por lo que teóricamente ya se puede pagar con el móvil, si así lo deseamos. Por tanto, es una cuestión de tiempo que pronto dejemos la calderilla y los billetes en casa, y que sea una sucesión de ceros y unos lo que pague nuestros gastos del día a día.